sábado, 12 de junio de 2010

El Matrimonio Homosexual - ¿Un daño a la familia?

En esta nota, te queremos invitar a que compartas tu opinion acerca de este controvertido tema actual. No es nuestra intencion generar una critica hacia alguien, sino compartir diferentes opiniones basadas en argumentos. Lo cierto es que quizas esta falta de acuerdo social es producto de lo egoistas que somos para escuchar algo que no nos gusta.

Reflexionemos y opinemos con respeto.

Opina Miguel Stalatelli:

¿…y la familia?

Familia es una institución formada por un hombre y una mujer… ¿o eso era antes?
“Vivimos en el siglo XXI, man” Sería una respuesta frecuente entre los homosexuales o las personas que dan luz verde a su iniciativa de unión legal. Pregunto, ¿qué tiene que ver el siglo en el que estamos? ¿Acaso en la era de las cavernas el hombre no fue hombre y la mujer no era considerada mujer?

La familia tiene como finalidad ser la base de la sociedad, creo que en eso estamos todos de acuerdo. Esta base debe ser sólida, pétrea para poder construir sobre ella una gran nación. Imagínese construir un edificio sobre un pantano…no se mantendría en pie.

Es imposible que dos sexos iguales formen una base sólida. Primero porque tienen iguales funciones biológicas, lo que es evidente. Y si estas funciones idénticas se unen, ¿qué sigue? no pueden procrear, por lo tanto no contribuyen a la creación de nueves vidas, las que interesan al país y al mundo. “Podemos adoptar” será otra respuesta. La adopción en estos casos sería provocar un desarrollo deformado en lo afectivo y en lo psicológico del chico o la chica. El chico o la chica necesitan de una fuerte figura tanto masculina como femenina para desarrollarse con plenitud y crecer en su sano juicio, está psicológicamente más que comprobado.

“Vivimos en el siglo XXI, man, pero sigo teniendo el mismo sexo que cuando nací”. “¿Y saben qué? la familia sigue teniendo un papá varón y una mamá mujer”.

lunes, 17 de mayo de 2010

Rugbiers: ¿Valores o violencia?

El rugby es un deporte que se ha destacado internacionalmente a lo largo de la historia por la importancia que se le da a los valores morales, pero las múltiples peleas y victimas que ha habido recientemente generan polémica. La violencia siempre fue una característica negativa del rugby en algunos casos, pero en edades más avanzadas y como consecuencia de diferentes razones. Hoy en día parece haberse vuelto una moda que esta presente a partir de los inicios de la adolescencia.

Yo digo (por Facundo Godino):

Jugar al rugby es y ha sido una gran experiencia en la cual pude cultivar amistades, aprender mucho del otro y controlar mi carácter. Crecí en un ambiente de gran compañerismo, donde siempre me remarcaron la importancia del respeto dentro y fuera de la cancha, el cual se reflejaba en el tercer tiempo. El rugby, a pesar de sus riesgos, es y siempre será una gran influencia positiva en la formación de un hombre y un grupo de amigos, no solo por lo que enseñan los entrenadores a lo largo de los años, sino por lo que uno aprende jugando; el trabajo en equipo, el ponerse todo un peso al hombro, el no dar nada por perdido y el permanente apoyo que uno necesita cuando no lo dejan seguir avanzando, entre otras cosas.

El problema social del rugby actual parte de muchas razones y la indiferencia de quienes se la pasan criticando, sin construir nada. A lo largo de los últimos años, la práctica del deporte se ha profesionalizado mucho en la Argentina logrando otra mentalidad y actitud durante los entrenamientos y partidos de las categorías juveniles. Esto, a su vez, generó un inicio precoz de los entrenamientos con pesas por parte de jugadores que de esa forma, logran ventajas físicas y de alguna forma producen una presión que “obliga” al resto a tomar ese camino. Un adolescente inmaduro con el físico y la fuerza tan manipulados, sumado a la pica entre clubes y los efectos del alcohol en exceso, forman un coctel mortal que puede traer gravísimas consecuencias y uno no es conciente hasta que pasa. Vale agregar que ya en si, vivimos en una sociedad violenta. Ni todos, ni la mayoría son así, pero a veces el error de uno puede llevar al error de muchos y es por eso que invito a padres, clubes y la sociedad a tomarse el tema con la seriedad e importancia que tiene.

Para concluir con el tema, también invito a cada parte de la sociedad en la que vivimos a hacer una humilde autocrítica personal y pensar que aspectos puede uno cambiar o mejorar para contribuir a la solución de esta o muchísimas otras problemáticas que están presentes al día de hoy, en vez de criticar y quejarnos de todo lo que nos parece mal.

Vos, ¿Qué pensas?

¿Cómo influye el Facebook y por que hay a veces una necesidad de pelearse al salir de a grupos numerosos, si lo que el deporte promueve es otra cosa?

¿Qué pensas que es? ¿Inseguridad?

¿Acaso crees que sea asi? ¿Por que?

Facundo Godino, 17.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Vivir diferentes culturas

Sera por diferentes razones, pero lo cierto es que a la mayor parte de la poblacion mundial le gusta viajar y conocer diferentes paises, sus culturas y su historia.

Distinto es cuando transfieren a nuestros viejos en el laburo y cuando la situacion economica o laboral son consecuencia de un cambio en nuestras vidas. Dejar a nuestros amigos, postergar sueños y la inevitable melancolia por todo lo vivido. Incertidumbre, ansiedad; muchos son los sentimientos y pocas las respuestas de lo que vendra. Algunos se ilusionan y a otros los invade la negatividad, pero lo que nos enseño Nicolas con su experiencia de vida demuestra que los resultados dependen de la actitud que nos caractertiza para adaptarnos y levantarnos ante algo que no nos gusta en este camino.

Vos, ¿Que harias o intentarias hacer ante semejante noticia?
¿Que sentirias?
¿Como manejarias la situacion ante tu nueva vida?

De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos.
Enviar frase
Thomas Carlyle (1795-1881) Historiador, pensador y ensayista inglés.


Experiencia de vida (por Nicolas Mariscotti, 17):

Para empezar, me gustaría aclarar que sí, yo nací acá, en Argentina. Les digo esto porque voy a contarles mi experiencia de vida, la cual se basa en viajes alrededor de distintos países. Todos estos fueron producto del laburo de mi viejo, y hoy en día no hago más que agradecerle.


Yo siempre odié viajar, empacar todo en cajas, los camiones de la mudanza, que se pierden cosas, etc. Realmente nunca me gustó, pero no me quedaba otra. Ya a los 2 meses de vida, mi familia (papá, mamá y mi hermano mayor en ese entonces) y yo partimos para Europa, más precisamente Hull, Inglaterra. Obviamente no me acuerdo absolutamente nada de ese viaje, pero me la paso viendo los videos y fotos que quedaron. Vivimos cerca de un año y medio en Hull. Más adelante, cuando yo tenía tres años nos fuimos a Santo Domingo, República Dominicana. Estuvimos ahí unos 5 meses, y lo único que recuerdo es de nuestra mascota Lizzie, una lagartija.



De vuelta en Argentina. 2 años acá, yendo al colegio San Juan el Precursor, todo un récord para mí. Pero digo sólo dos años porque después de ese tiempo nos fuimos a Caracas, Venezuela (ya con una nueva cría en la familia, mi hermano menor). De esa experiencia sí me acuerdo casi todo, INCREÍBLE. Me acuerdo que no me quería ir yo de acá, de Argentina, a mi viejo lo quería matar. Estaba haciendo amiguitos, mis primeros amigos, y él ya me los quería sacar. Obviamente no me quedaba otra, me tuve que ir. Casa nueva, otra vez. Colegio nuevo, otra vez. Gente nueva, otra vez. Empezar de cero, no sabés como hacer. Yo se que deben estar pensando que soy un exagerado porque yo era chico todavía, claro, tenía 5 años. Pero no se imaginan, no lo soportaba. Creo que la parte del colegio era la peor. Mi viejo me llevaba en el auto, y me dejaba ahí, en la entrada del colegio. Yo obviamente no quería saber nada. Las patadas que le habré pegado. Los gritos de mina que pegaba. O sea, NO. Yo no quería. Me sentía solo. Inclusive, en ese caso sentía que yo a mi viejo no le importaba, que no le importaba lo mal que yo estaba, lo triste que estaba. Yo quería volver a mi país. Sentía que no me querían como lo hacían en Argentina. Claro está que después de una hora en el colegio la pasaba bomba, con mis nuevos amigos. Es más, me hice muy amigo de otro argentino que había ahí, y encima vivía en el mismo edificio que yo, y hoy en día lo sigo viendo. Pero de las cosas más importantes que me pasaron en Venezuela, fue el nacimiento de la única mujer, la princesita de la casa, una nueva hermanita. Bueno, tres años habían pasado. Había hecho amigos, una hermanita, me sentía muy cómodo ahí, mi departamento me encantaba, y ¿qué pasó? Nos tuvimos que volver a Argentina. Por un lado era una buena noticia, volver con mi familia, a mi casa. Pero era otra vez lo mismo. Dejar a mis amigos, dejar el departamento, el club, volver a empacar todo en cajas, los camiones de mudanza, el avión. Después de todo, no era tan malo conocer otros países. Me di cuenta de lo copadas que son otras culturas, lo increíble que puede ser la gente y lo bien que hace para la familia, los seis juntos, los únicos integrantes de todo el árbol genealógico que estaban viviendo ahí éramos nosotros. Y les puedo asegurar que nos unió de una manera impresionante. Lo que más rescato de la experiencia de este fenomenal país es lo increíble que es la gente. Todos quieren ser amigos, y eso me ayudó muchísimo a integrarme rápido. El colegio (Escuela Campo Alegre), espectacular. Todas las materias en inglés, excepto español, por supuesto, que teníamos 2 horas a la semana. Los sentimientos que se viven son indescriptibles. Aunque no lo haya demostrado, era muy difícil no estar feliz ahí. Siempre buena onda y excelente voluntad de todos. La verdad es que agradezco muchísimo el haber tenido esa oportunidad.



Otra vez acá. Ahora con casa nueva, recién construida. Colegio nuevo, el Holy Cross. Amigos nuevos, intentado armar un buen grupo de amigos, amigos posta. Lo que me costó entrar al Holy. Entré en tercer grado. Creo que fue peor que en Venezuela. Es más, el primer día ni siquiera entré a la clase. Y los pibes, unos genios, salieron y me acompañaron. Me contaban chistes, y yo solo decía que no eran graciosos, lloraba, quería volver con mi vieja, y mi viejo que a pesar de todo, posta lo quería muchísimo. De a poco lo fui logrando, me fui soltando. Tomé confianza, hice amigos. La casa nueva era espectacular. Estaba FELIZ… Y de nuevo. Otra vez con lo mismo. En ese entonces yo tenía nueve años, mucho más consciente de lo que pasaba. Mi viejo nos agarró a todos, nos sentó en la mesa y nos anunció una “buena noticia”. Nos íbamos a Bogotá, Colombia. Yo, posta me puse re contento, que buenas vacaciones che, en Colombia, ¡que loco! No. Otra vez a vivir, un mínimo de dos años. La tristeza que me agarró, la largué por completo, y amenazaba a mi viejo de que yo me iba a vivir con mis abuelos si ellos se iban. Terminé en Colombia, por supuesto. ¿Había alguna duda? Creo que no.



Colombia, Bogotá. Debe ser la mejor experiencia que viví. Y no miento. Cuando llegamos me sentía absolutamente SOLO. Pero no había cadena más fuerte que la de mi familia. Estábamos muy unidos, después de la experiencia de Venezuela sabíamos que teníamos que estar juntos desde el principio. Bueno, colegio nuevo (Colegio Gran Bretaña). Esa vez, ese día, el primer día, le prometí a mi vieja que iba a hacer un esfuerzo enorme por no llorar y hacer amigos rápido. Lo logré. Mi primer día de clases fue lo más. Estaba triste, y sentía esa pelota en la garganta que se mete cuando tenés ganas de llorar, pero lo controlé. Enseguida me llevaba bien con todos, y me ayudó mucho el acento argentino, porque era algo que ellos nunca habían escuchado, y les encantaba. Fue un buen comienzo, mi sentimiento de soledad desaparecía. Con mi hermano más grande entramos en el equipo de fútbol del club, y jugábamos contra otros clubes. Eso me ayudó muchísimo a encontrar amigos y gente con quien compartir y disfrutar. Yo estaba feliz. Pero al mismo tiempo sabía que todos los amigos que estaba haciendo no los iba a ver más dentro de un par de años, y eso quizá me tiraba para abajo. Yo sabía, por experiencia que en unos años nos íbamos a volver, y todos los amigos, el colegio, el departamento y el club los íbamos a tener que dejar. Eso me ponía muy mal. Igual, gracias a que fuimos a Colombia, visité Costa Rica y Disney. Lo más. Bueno, de vuelta en Bogotá. Lamentablemente, hubo una nueva mudanza. Del departamento en el que estábamos a un departamento vecino. Igualmente esto generó nuevas cajas y camiones. Para que se den una idea, cuando yo tenía catorce años, ya había vivido en doce casas distintas, había estado en siete colegios y había conocido siete países distintos. Esta experiencia en Bogotá fue una cosa de locos. Creo que lo que más rescato de esta es la unión que generó en los seis. Mucho más que en Caracas. Esta vez fue muy distinta. La vivimos de una forma espectacular. La verdad no sé como describirlo, solo les puedo decir que fue único.



Tuvimos que dejar todo en Bogotá, pero para volver, y esta vez sí, definitivamente a mi país natal. Esta vuelta fue hace unos cinco años, récord absoluto. Nunca estuve tanto tiempo en un país. Pero lo repito, agradezco muchísimo el haber tenido todas esas oportunidades, todas esas distintas formas de vida. Hace cinco años que estoy acá, en Argentina. Ahora sí que puedo decir que tengo un grupo de amigos increíbles, un hogar dulce hogar. Sigo en el Holy, y espero egresarme acá. Todo lo que quiero decir para terminar es que esta experiencia de vida,las doce casas donde viví, los siete colegios donde estuve, y los siete países que conocí, no me los voy a olvidar jamás, y lo tengo que decir. Espero seguir viajando más adelante, porque no hay cosa más linda que conocer, conocer lugares nuevos, gente nueva, culturas nuevas.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Yo también dije "mañana me levanto y estudio"

¿Cuántas veces nos ha pasado? Rendimos mañana a primera hora pero es jueves y el instinto de quedarnos viendo tele hasta la madrugada o simplemente salir con los amigos es más fuerte que cualquier motivación académica.
No hay poder humano racional ni lógica posible que nos haga abrir ese libro y estudiar. ¿Por qué tenemos esa tendencia constante de postergar lo importante?

Según el diccionario de la lengua española, la postergación es diferir el comienzo de una tarea como consecuencia del poco aprecio hacia dicha actividad, o al producto de ella.
Si partimos de esta premisa, evidentemente la postergación viene siendo un obstáculo para alcanzar objetivos personales y profesionales. Pero he aquí la pregunta, ¿cuánto nos importan estos objetivos realmente? Dada la definición, parecería que no mucho. Si estamos dispuestos a diferir voluntariamente tareas que nos acercan a nuestros objetivos, estos objetivos están en segundo plano en nuestra lista de prioridades.
Podrían criticar esta propuesta diciendo que sus metas sí son lo suficientemente importantes, porque al fin de cuentas terminan encontrando tiempo para cumplirlas.
¿Qué nos motiva, entonces, a postergar actividades importantes? ¿Y qué podemos hacer para combatir el mal de la pereza?
Existe un dicho muy famoso que dice "querer es poder". Nos podemos ver reflejados en esto pues cuando nos trazamos una meta a corto plazo, la pasión del momento nos lleva a cumplirla sin importar los obstáculos. Lo mismo no nos sucede con metas a largo plazo, razón por la cual nos quedamos durmiendo un día de semana, o dejamos de estudiar el día antes de un final, aunque tengamos la meta de graduarnos como profesionales.
Mi teoría empieza aquí. Creo que la raíz del mal se encuentra en nuestros cerebros. Tenemos que hacernos creer que estamos trabajando por una meta a corto plazoy que dicha meta la queremos sólo nosotros, no nuestros padres o allegados.
De esta forma, la tarea se convierte en un proyecto personal que-por su naturaleza efímera- se presenta como algo mucho más cercano y atractivo.
En vez de estudiar para el final el día anterior, encontremos un proyecto interesante que nos gustaría culminar este mes, y para el cual el estudio de ese final nos será provechoso. En vez de ir al gimnasio para estar en forma para el verano, hagamos de cuenta que cada día la gente nos ve y debemos estar en forma ahora también.
Así, organicen proyectos que verdaderamente les entusiasmen, y hagan todo lo posible por unir sus vidas académicas, laborales y personales en dicha actividad. Se convertirán en personas integrales y felices que dijeron adiós para siempre a la postergación.



Esta loca loca vida para caminar

Vivir en un circo. Vivir de la poesía o de unos cuantos acordes evaporándose en una melodía improvisada. De un pincel, unos cuantos colores y un atril. Pero no. Estudiá, formate. Formá el éxito que hay en tus manos, proyectá a largo plazo. Pensá en tu mañana, de qué vas a vivir. ¿Vocación? ¡Profesión! ¿Pasión? Por la competencia. Y vos, ¿de qué lado estás?

Más de una vez nos encontramos a nosotros mismos pensando qué hacer, por qué, qué camino tomar. Somos jóvenes, y tenemos una vida por delante. Pero “caminante no hay camino, se hace camino al andar”; ahí sonamos. Nuestro camino, nuestra elección. Nos orientan por un lado a hacer lo que realmente sentimos que debemos hacer, a elegir aquello que realmente nos haga feliz a pesar del sacrificio que conlleve. Por otro lado, crecemos en una atmósfera de muchos luchadores y pocos ganadores, de correr subiendo las escaleras para llegar arriba lo antes posible y poder sentarnos en algún almohadón que más o menos zafe para asegurarnos de poder pagar un geriátrico que llegue a los 7 puntos el día en que la fuerzas flaqueen y el mundo esté listo para otra generación. Crecemos, caminamos, corremos, picamos, descansamos y de vuelta. Que el tren no pasa dos veces, que vos tenés que ser feliz, que no se puede vivir así, que la inflación, que la pasión, que basta.

Que buscate algo que fusione ambas cosas. Me acuerdo de segundo, tercero polimodal. Más vale que me acuerdo, si fue hace un par de meses nada más. La consigna era imaginarnos trabajando en quince años, retratar todos los detalles posibles internamente: dónde, cómo, y qué nos causaba ver esa escena. Me acuerdo que fue clave para la elección de cada uno. Porque no parece, pero es difícil desenvolverse en un escenario donde no hay mucho lugar para protagonistas, y mucho para extras. No es fácil, pero tampoco imposible. Hay que apostar, pero ponerle pilas. Hay que buscar mucho, y buscarse mucho a uno mismo. No escapar de esa vocación que nos persigue como un amigo que hace mucho no vemos, saberse encontrado por algo que nos va a hacer bien, y nos va a ayudar a caminar lo que nos toque con el mejor paisaje posible.

¿Portafolio con láminas de dibujo? ¿Oficina por la tarde y taller de teatro por la noche? Vos. Sí, a vos te estoy hablando, que arrastrás los ojos sin poder definir bien tu posición dentro de toda esta ensalada, ¿de qué lado estás?

-Maru Carrera, 18.

viernes, 23 de octubre de 2009

LA DROGA SÍ TIENE CURA - ENTREVISTA AL PADRE PEPE

Tiene 46 años y trabaja en la Villa 21 desde hace 13, luchando contra el paco y otras drogas que destruyen a los chicos. Denunció la despenalización de hecho de la droga en las villas y, desde entonces, fue amenazado por pocos, apoyado por miles y entrevistado por ALTA REVISTA.

Entrevistadoras: María Belén Benítez, Celina Díaz Melo, Gladys Gallardo 4to. Año Colegio Buen Consejo

El Padre Pepe nos recibió en su despacho, que es como su casa. Nos recibió, más que como a periodistas, como a jóvenes vecinas preocupadas por el barrio. Cuando llegamos estaba tomando mate, la sala era muy característica suya: crucifijo, imágenes de la Virgen, carteles que le hacen los chicos del barrio, un cuadro de Huracán (como buen hincha de este club). Más que un despacho es un refugio. Un búnker para todos aquellos jóvenes que él acompaña en su búsqueda de apoyo, independencia y asistencia para llevar a cabo su desintoxicación. En la villa 21 de Barracas, donde viven más de 45.000 personas, el padre José María Di Paola pelea contra las drogas. Como peleó antes en Ciudad Oculta. Y su lucha se vuelve hoy imprescindible, porque cada vez más jóvenes mutan en adictos y cada vez mutan desde más chicos.

–¿Qué es exactamente lo que hace?
–Enseñamos a través de la prevención, que la practicamos a través de diferentes actividades: apoyo escolar; Exploradores, que es un grupo de contención y formación en el contacto con la naturaleza, el respecto por el otro y el esfuerzo; a través del deporte; tenemos Centros de Día, donde los chicos pueden encontrarse, jugar y compartir; comedores; un Centro de Adolescentes para varones, uno para mujeres, un Centro Juvenil Integral y la Escuela Secundaria Virgen de los Milagros de Caacupè. Además de varias capillas. Y estamos recuperando el Hogar de Cristo. Este conlleva un proceso de tres pasos: recibir a los chicos o familiares en la parroquia, un camino espiritual y de desintoxicación en una granja donada, en Mercedes, y el seguimiento de los chicos que vuelven de la granja. Hay también otras actividades que están orientadas a grupos familiares, retiros de hombres, de mujeres, misioneros…

-¿Hay un momento exacto donde surge su vocación para esto?
-Lo mío comienza con mi familia, que me enseñó a ser solidario. Siempre me gustó ayudar al otro, que vendría a ser la vocación del servicio. Pero, a través de lo que yo fui leyendo fue donde realmente Dios me fue llamando al sacerdocio y a poder dedicarme puntualmente al “servicio por los demás”. Pero, por ejemplo, yo quería ser maestro y descubrí que mi vocación era ser sacerdote.

-¿Qué espera recibir como respuesta por parte de los jóvenes?
-Yo espero dos cosas: que los jóvenes que andan bien sean líderes positivos, que puedan ayudar mucho a otros; y otros que están perdiendo tiempo en un pasillo, que vayan a la escuela y dediquen su tiempo en actividades productivas.

-¿Qué le gustaría transmitirles en este momento?
-Yo diría que se comprometan con los ideales y con los valores, que no pierdan el tiempo y no sean superficiales; que no se dejen engañar por lo que el mundo ofrece hoy en día, por que en la sociedad hay mucha vanidad. Sus mensajes indican que la familia que tiene un hijo con dinero es feliz, y eso incentiva que el chico que no lo tiene busque esa “felicidad” por cualquier medio. Ese es un mensaje tramposo, por lo cual el joven debe esforzarse para poder encaminar su vida correctamente.


Esforzarnos para poder encaminar nuestra vida correctamente es una invitación válida. Él vive de cerca cómo lo que parece un juego o un escape termina siendo la destrucción de una vida. Paco o como se llame, no perdamos el tiempo, ni la cabeza.


Amigos, ¿Cómo los hago?

En la revista Hacer familia vimos unos nota sobre los amigos y nos disparó el tema.

Códigos, respeto, confianza, afecto, comunicación. Permanecer. La amistad se alimenta. Se alimenta de virtudes, favores, de escuchar y hablar, de estar ahí. Y se desarrolla y crece... como todo aquello bien nutrido.


Chechu Aparicio, 17
¿Sobre qué códigos? No sé si a una amistad se llega con códigos, creo que uno llega a tener un gran amigo con la simple confianza que te genera el otro. Saber que aquella persona siempre te va a entender y que te quiere por como sos, y viceversa. Las cosas que me tengo que bancar son sus opiniones, su personalidad y, sobre todo, sus defectos.

Sofía Silva, 16
En toda relación afectiva, sea familiar, una amistad o un noviazgo, el principal código para que sea buena y duradera es el respeto mutuo.

Para ser un buen amigo hay que ser también un sabio, para cuando necesiten un concejo; un payaso, para cuando necesiten que los hagan reír si están mal; un asesino, para cuando pierdan las fuerzas y necesiten un abrazo estrangulante…

Hay que bancarlos siempre, en las buenas y en las malas, cada vez que lo necesiten. Pero eso no significa dejar pasar “todos los mocos” que se manden. Cuando un amigo se equivoca hay que hacérselo entender y ayudarlo a solucionarlo siempre que podamos. Ser amigo quizá implique no defenderlo cuando hizo algo indefendible, a pesar de que queramos hacerlo, ya que la amistad es una luz en nuestra vida que, si la cuidamos siempre, va a seguir brillando.

María Laura Civale, 16
Yo creo que los códigos principales que tienen que prevalecer en una amistad son el respeto y la confianza. Desde mi punto de vista, uno tiene que comprender los cambios que pueda tener un amigo, y en caso de que no sean buenos, ayudarlo. También considero que uno tiene que hacer hincapié en fortalecer día a día la amistad y no dejar que se debilite a lo largo del tiempo. Es fundamental comunicarse con los demás cuando algo no anda del todo bien, para poder solucionarlo a tiempo. No dejemos que se vayan acumulando problemas.


CONTANOS EN QUÉ SE BASAN TUS AMISTADES